jueves, 23 de febrero de 2017

Cassetes,Mirindas y Boli BIC.


CASSETTES, MIRINDAS, BOLI BIC Y EL FUTURO DE UNA ASOCIACION.

Recuerdo cuando me compre mi primer cassette de Loquillo, lo rebobinaba con un boli Bic para poder oír varias veces el Rompeolas.  Os acordáis de las cabinas telefónicas como se tragaban las monedas y en ocasiones no ni llegabas a hablar. Y quién no recuerda una Miranda bien fresquita. Quién sería capaz de pensar como circularía un Seat 600 por las carreteras actualmente, como sería nuestra vida sin teléfono móvil, como podríamos imaginar seguir mandando cartas para felicitar la navidad. Todo esto esto es antiguo, todo esto está desfasado pero no hace tanto tiempo.

La reflexión la pongo sobre la mesa para que seamos capaces de pensar lo necesario que es avanzar con los tiempos y lo tremendamente importante que es no quedarse rezagado, y luego veréis por qué digo todo esto.

Actualmente mucha gente todavía no se haya dado cuenta, pero el tercer sector está cambiando. En primer lugar, me gustaría definir lo que en la actualidad se entiende por Tercer Sector Social. Son muchas las definiciones que podemos encontrar respecto al Tercer Sector Social, pero circula una definición que lo define como las iniciativas de la sociedad civil, cuyo objetivo es promover la inclusión social, la cooperación al desarrollo y el ejercicio efectivo de los derechos de las personas, familias, colectivos o comunidades que afrontan situaciones de exclusión o diferenciación social. Para que tomemos conciencia de la importancia de este denominado Tercer Sector Social, la Comunidad Autónoma del País Vasco la legislado al respecto dando a luz una de las primeras leyes del Tercer Sector Social (Ley 6/2016 de 12 de mayo del Tercer Sector Social de Euskadi). Podemos sacar algunas ideas importantes del contexto global de como las organizaciones del tercer sector social canalizan además de un importante capital social, relacional y humano.

De todo lo dicho hasta el momento me gustaría destacar que las organizaciones (asociaciones) desarrollan una actividad económica relevante, generando puestos de trabajo que a su vez traslada a la sociedad un entorno colaborativo entre administraciones publicas y organizaciones que son capaces de tejer alternativas de empleo y acompañamiento de procesos de inserción laboral. Debemos tener claro que esta inclusión social no es ni más ni menos que el resultado del ejercicio efectivo de los derechos.

En este punto debemos tener presente que es el momento de reinventarse de contemplar nuevas formas de relación con una sociedad que debe darnos la posibilidad de seguir desempeñando la labor que se ha realizado durante años, en ocasiones de forma poco eficiente y con más voluntad que eficiencia. Cabe fortalecer la visión que la sociedad tiene de las asociaciones, cabe poner en valor lo que de forma altruista y sin profesionalidad hemos ido realizando los padres, para conseguir un modelo totalmente integrado con la sociedad que estamos viviendo.

Debemos cambiar la forma de ver una asociación, debemos orientarla hacia las personas, orientar las asociaciones hacia la organización y hacia la sociedad. En primer lugar, las asociaciones del futuro deben respetar la dignidad de todas las personas y defender todos y cada uno de los derechos que les son innatos. Se deben poner en valor parámetros como la solidaridad, la igualdad entre todos los miembros de la asociación. Desde la asociación se debe tener una clara y contundente vocación de orientación a los usuarios tratando la asociación  que la organización cumpla con las expectativas de esos usuarios. Esta organización debe basarse en la participación de todas las personas, ya sean voluntarios, profesionales o usuarios. Es importante que el nuevo modelo de asociación este basado en la descentralización de la toma de decisiones y el compromiso de todos los implicados. Un valor sumamente importante es la profesionalización del trabajo, trabajo que debe ser trabajo de calidad y bien realizado, con la toma de decisiones dentro del máximo rigor técnico y científico. Sumamente importante es la gestión de global de la finalidad de la asociación. Hemos hablado también de los valores supremos de vocación social, queriendo destacar la transparencia de la gestión de los recursos y la demostración de su eficiencia, junto con la responsabilidad social.

En esencia el mismo trabajo que se lleva haciendo toda la vida, pero necesariamente que sea visible a la sociedad y que ese trabajo se protocolarice y no se pierda la esencia colaborativa e ilusionante de los inicios, pero en los nuevos tiempos.

No podemos quedarnos estancados en el Boli Bic y el cassette de Loquillo, debemos avanzar y avanzar de forma organizada y profesional y marcando objetivos de futuro si queremos sobrevivir.





Rafael Tobajas Jover (Socio y miembro de la Junta de Apanah).